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Vincent Vidal crea la asociación “Rectificando tu camino”

Reinserción social exitosa

La relevancia que diversos grupos de la sociedad civil tienen en la labor de readaptación y reinserción social de adolescentes y personas en conflicto con la ley es muy importante. Estos grupos además de ser responsables de darle seguimiento y apoyo a las personas que son puestas en libertad, tienen una labor esencial en la prevención del delito.

 

Asociaciones como “Rectificando tu camino”, tienen como propósito ayudar a los niños y jóvenes de “La Joya”, un barrio marginado de Iztapalapa mejor conocido como “El hoyo”, al oriente de la Ciudad de México a tener una mejor calidad de vida y evitar que se involucren con grupos delictivos.

 

Su fundador es Vincent Vidal, un hombre que creció rodeado de personas y carencias que lo orillaron a delinquir desde temprana edad, por tal motivo, fue ingresado al Tutelar de San Fernando en 1998 por delitos como secuestro y homicidio.

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Allí encontró otro tipo de complicaciones como abusos, maltratos y violencia, el entorno en ese entonces no era el adecuado para tener una rehabilitación exitosa.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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“No la creía, ya hasta qua la verdad, me recibieron ahí con unos leñazos en las nalgas, con una tabla me dieron en las nalgas y me las reventaron, me ardían toda la noche, me dieron como doce, tres por custodio, imagínate, pues ahí me aterrizaron, ahí me di cuenta de que por primera vez estaba yo en problemas, a partir de ahí pues ya no tomé leche caliente, pan de dulce en la noche, una cena, no pues ahí estaba comiendo cosas diferentes”.

 

“En términos generales sí me fue bien porque pude de alguna manera desarrollarme ahí, o sea tuve la oportunidad de crecer, de desarrollar ciertas habilidades que yo no sabía, pero de aquí (la cabeza) seguía en cero, porque volví a recaer”.

 

Años después, fue ingresado a los Centros Preventivos y de Reinserción Social Nezahualcóyotl Bordo, a pesar de las condiciones en las que vivía, es ahí donde empieza su rehabilitación y su transformación a una persona mejor.

 

“O sea yo decido cambiar, pasa una transformación, me purifico en el dolor, sí tengo muchas debilidades, pero me doy cuenta de que realmente ese camino no era para mí, entonces decido cambiar así pasó, decido cambiar, empiezo a tomar mejores decisiones, o sea no hay pedo, fue en la cárcel pero las empiezo a tomar bien, y eso ¿pues qué pasó?, pues tenía una consecuencia, me convertí en sargento de banda de guerra en bordo, administro las bibliotecas y de alguna forma empezamos a implementar el taller de desarrollo humano, en donde tocamos temas de Platón, de Sócrates con su mayéutica, nos empezamos a dar cuenta de que la vida tiene un sentido,  eso me pasó a mi, así se me manifestó el éxito”.

 

Una vez puesto en libertad, Vincent Vidal decide fundar la Asociación “Rectificando tu camino”, con ella ha impactado a jóvenes y adultos de “El Hoyo” mediante actividades culturales y deportivas, con ello busca evitar que niños y jóvenes se acerquen a la delincuencia y por el contrario, desarrollen sus capacidades y habilidades con la finalidad de tener una vida mejor.

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“Yo empiezo así con esos cursos de verano, empezamos con deporte, ciertas lecturas, cuentos de terror, quema de malvaviscos, quemamos leña, quemamos malvaviscos y contamos cuentos de terror con niños y adolescentes, danzamos como indios una noche, no, no, unas experiencias, pero lo más importante es de que es la voluntad, no hay más, en términos generales una persona cuando está determinada a hacer una acción, solamente se necesita voluntad y así he tenido yo éxito en estos nueve años, no he claudicado”.

 

“La verdad esto no es un sueño, es un ideal y solamente queremos transformar la vida de los demás, principalmente los chavos ¿no? que van apenas creciendo y están en esa etapa de toma de decisiones, porque a mi me hubiese gustado que me hubieran dicho algo, una palabra de aliento, una motivación, algo, esperanza, “todo va a estar bien mijo, relájate, tienes que estudiar”, pero como no era mi tiempo y obviamente tenía que pasar esas situaciones, no me arrepiento, tal vez de uno o dos errores en mi vida me puedo arrepentir pero de lo demás no cambiaría nada porque soy ahora quien soy y si no, no me hubiera descubierto”.

 

La constancia y compromiso que Vincent tiene con su comunidad es un ejemplo para jóvenes y adultos de “La Joya”, aunque su labor no siempre fue vista con buenos ojos por todas las personas de su comunidad.

 

“Han pasado nueve años, yo salgo en el 2010, en el 2011 yo empiezo con actividades con los chavos aquí, sin tener nada, me enfrenté con la banda, “¿Qué onda mi Vincent usted va saliendo de allá pues ya se la sabe no?, ¡vámonos recio, ya aprendiste técnicas nuevas, cámara!, no pues nada más les daba por la tangente ¿no?, ya no podía yo darme el lujo de estar perdiendo el tiempo ahí con la banda”.

 

“Y sí he impactado a las personas y ha cambiado positivamente mi comunidad porque yo ya me di cuenta que si mi entorno cambia, si yo cambio mi entorno cambia, así pasa”.

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La reinserción social de Vincent y el trabajo que realiza con su comunidad, ha transformado la vida de muchas personas, ahora es un ejemplo de vida para los jóvenes de “El Hoyo” y una muestra de que cuando se tiene voluntad, se puede salir adelante.

 

“Antes yo tenía aquí una reputación de maldito, de un güey que andaba aquí con la banda, haciendo tonterías y aparte carcelero, canero como le llamamos aquí en el barrio, y sí creo que he impactado, sí por supuesto. Tienes que inspirar a alguien ¿no?, porque digo ¿a quién le gusta estar siempre fracasado? estar siempre en le lona, pero ya nosotros con nuestra experiencia, con nuestra forma, humildemente lo digo, de hablar con las personas, como que hacemos una especie de click, es como cuando participamos en las actividades de San Fernando o en la cárcel, hablando en ese sentido hay personas o hay espíritus que no han despuntado, hay vidas que no despuntan porque no llega un güey y les dice, mi güey ya quítate de mamadas, quítate de puterías porque allá te van a hacer sufrir inimaginablemente, o sea ¿para qué te esperas a que cumplas la mayoría de edad y te van a mandar a un reclusorio?, que es lo más seguro y allá por un delito ya sea robo, secuestro con violencia, mutilación, te avientan años, está probado de que no reditúa tener una vida disoluta en la delincuencia y tomar decisiones delincuenciales, está comprobado y yo les hago saber esa parte, a los chavos yo les hablo duro”.

 

“E invoco ese libro, el mito de la caverna de Platón, el deber del esclavo que salió, el que tuvo la capacidad de salir de esa caverna, el deber moral de ese vato es volver por esos esclavos y decirles vengan güeyes, acá está lo chulo, pero ¿quién?, sino nosotros que hemos estado la verdad en la lona, en el lodo, sabemos realmente cómo poder ayudar a esas personas”.

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“Mira en mi adolescencia yo también estuve en la correccional de San Fernando, aquí en la CDMX, ahí fue donde yo me quebré porque mi papá se murió a los trece años, perdón que me regrese pero ese fue el origen, o sea mi papá se muere cuando yo tengo trece, no pues empecé a hacer de mi vida, la empecé a destruir literalmente, empecé a cometer secuestro y homicidio, de menor, y creo que eso me dejó muy marcado hasta hoy”.

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Pedro Olvera

Regresa a las cárceles y transforma vidas

De la mano con Vincent, Pedro Olvera realiza labores esenciales en esta asociación, su testimonio y consejos son llevados a niños y jóvenes que residen en comunidades de tratamiento especializado como la de San Fernando, lugar donde también residió a finales de los años noventas y en el Reclusorio Sur, posteriormente.

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"La verdad nosotros crecimos en un barrio marginado, donde había mucha violencia, mucha delincuencia y es lo único que aprendes. Todos los chavos que están en San Fernando son el residuo de las sociedades de donde son, que han cometido crímenes, que se juntan con gente que los engaña, que los empodera en el mal y los agarran y pues es que esa es la función, para eso prepara a la juventud el crimen, para que ellos sean los que van a pagar la chequera porque como es menor van a salir más rápido".

 

"Nada que ver San Fernando que nosotros vivimos al San Fernando que está ahorita, no se compara en nada, todo es diferente, es nuevo, tienen mejor atención, mejor calidad de vida, aunque la verdad, no tienen voluntad, los chavos no quieren trascender".

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La labor que realiza Pedro Olvera, va más allá de participar en actividades con los internos, guía, transforma y visita a personas que no cuentan con apoyo emocional, buscando modificar su pensamiento y conducta.

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El trabajo que asociaciones como “Rectificando tu Camino” realiza, no sólo es reconocido por los internos y sus familias, sino por la autoridades del gobierno de la Ciudad de México y la Subsecretaría de Sistema Penitenciario. Su transformación, ayuda a los jóvenes a tomar mejores decisiones y a descubrir habilidades y talentos que los ayuden a tener una mejor reinserción social.

 

"La importancia es ayudar a que cambien el chip, que encuentren algo relativamente que les ayude, que lo impulse. Ellos saben que son malos, dicen, “yo soy malo, yo soy lacra”, pero no han encontrado esa cosa en la que son buenos, encontrar esa cosa potencializarlos y que la hagan, ahí puede salir un doctor, un abogado, hasta un presidente, un gobernador, nada más es enseñarles otro panorama".

 

"Conocemos a mucha gente que ha estado en la prisión, que salen y no logran cumplir sus expectativas y caen y vuelven a regresar, no nos gustaría ser parte de ese porcentaje, por eso nos esforzamos todos los días porque no lo creen ¿verdad?, porque creen que sigues haciendo el mal aún, luego dicen las cosas no son como parecen, el león no es como lo pintan, ellos te pueden ver bien y pueden decir, no es que andas sobres, andas robando, andas secuestrando, pero cuando andas por el bien las cosas se van dando solas y antes andábamos arrancándolas, arrebatándolas y no, ahora se dan así, se aterrizan solas, cuando te menos te das cuenta ya están ahí, tangible para poder ayudar, para poder cumplir nuestro ideal".

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Dicen que cada cabeza es un mundo y sólo la recapacitas hasta que la vives y ellos están en su etapa, en sus vivencias, van a encontrar cosas nuevas, al igual que nosotros ya cuando regresen van a encontrar cosas diferentes, la soledad, la reclusión te hace que cambies y luego más con el impulso, con la ayuda, con nuestro testimonio, porque lo que les decimos es lo que se vive, lo que van a vivir si no tienen una buena conducta, a dónde van a llegar, qué es lo que les va a pasar.

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